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Contar con los dedos!


Cuenta hasta diez con tus dedos. Ahora recuerda la manera en que dispusiste tus dedospara contar, porque estás a punto de ser analizado por tu técnica de conteo.

Parece que la manera en que se cuenta con manos y dedos puede decir mucho acerca de la manera en que se piensa, según estudio.

Muchas culturas usan variaciones que los psicólogos llaman "método del puño cerrado", donde uno empieza con su puño cerrado para después empezar a contar enarbolando los dedos de la respectiva mano. 

"El grado de diversidad cultural en el conteo de dedos había sido enormemente subestimado" escribieron los psicólogos Andrea Bender y Sieghard Beller, autores del estudio, en la última edición de Cognition.

Los europeos, por ejemplo, tienden a empezar a contar con el pulgar de su mano izquierda; las personas de Medio Oriente, en contraste, empiezan a contar con elmeñique de su mano derecha.

Un oriundo de China o de Norte América es posible que empiece a contar con el dedo índice de cualquier mano.

Los japoneses, según los investigadores, son los más extraños: tienden a contar desde una posición de mano abierta para contar cerrando los dedos hasta formar el puño, empezando con el meñique. 

¿De qué sirve saber que hay diferentes formas de contar de acuerdo a cierta región?

Se podría pensar que contar con los dedos puede ser tan natural como respirar, pero el hallazgo de estas variantes sugiere fuertemente que ni es innato, ni universal.

"De hecho hay muchas técnicas diferentes que son culturalmente transmitidas" dijo Corrine Burns, de The Guardian, diario que publicó el descubrimiento.

Así, el estudio alimenta a una creciente evidencia que sugiere que el hábito de contar con los dedos tiene un efecto significativo en cómo nuestro cerebro procesa los números.

Existe un vínculo mental entre las manos y los números, pero dicho vínculo no proviene del aprendizaje humano de usar las manos como una herramienta de conteo. Va más allá de nuestra evolución.

Antes se propuso que la parte de nuestro cerebro que originalmente evolucionó para representar nuestros dedos había sido reclutada para representar nuestros conceptos de números, y que en estos días dicha parte desempeña ambas funciones. 

En esta propuesta, un escáner de resonancia magnética mostró que las regiones cerebrales asociadas con el sentido del tacto en los dedos son activadas cuando se realizan tareas numéricas, incluso si no se usan los dedos para ayudarse a completar las labores.

Además, estudios del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos han demostrado que los niños con buena consciencia de sus dedos son mejores en realizar tareas cuantitativas que aquellos con menos uso de dedos.

Todos estos hallazgos están sujetos a un campo emergente de investigación conocido como cognición incorporada, que sostiene que la forma en que nos relacionamos, interpretamos y experimentamos el mundo es moldeada por nuestras experiencias físicas.

Por ejemplo, la cognición incorporada argumenta las razones por las que asociamos el peso con la importancia, y el porqué la exclusión social se siente literalmente como fría.